Con una formación compuesta por la totalidad de sus compañías y brigadas, el Cuerpo de Bomberos de Temuco acompañó hasta el Cementerio de Padre Las Casas a quien fuera voluntario honorario de la Sexta Compañía, Mario López Bravo.

López formó parte durante 45 años de esa unidad bomberil, por lo que sus camaradas participaron del velatorio, un responso que se realizó en el cuartel y luego en los funerales, encabezados por el Directorio General de la institución y su Superintendente, Javier Cortés.

El director sextino, Patricio Quilodrán, recordó que el extinto bombero ocupó diversos cargos en su compañía, pero dejó una marca especialmente destacada cuando ofició de capitán.

“En ese cargo trazó una gran huella, muy exigente y disciplinado, lo que marcó a las nuevas generaciones que se formaban en aquellos tiempos y que hoy es reconocido por quienes aún pertenecen a las filas de la Sexta Compañía”, comentó el director.

El oficial agregó que López era un voluntario “cooperador, riguroso; siempre llegaba a las citaciones antes que todos y ahí esperaba pacientemente la actividad programada y recomendaba a todos que cumpliéramos con puntualidad. Tenía gran sentido de cooperación y servicio, siendo un pilar fundamental para trazar los objetivos que en ese tiempo la compañía y el servicio demandaba”.

En el camposanto, los familiares de Mario López recibieron el reconocimiento del Cuerpo de Bomberos de Temuco por las décadas en que este servidor público cumplió con rigor su deber autoimpuesto de trabajar para socorrer al prójimo.