Trece años de existencia celebró la Brigada de Cadetes de la Quinta Compañía de Bomberos de Temuco, grupo de jóvenes de hasta 17 años de edad, semillero de los futuros voluntarios y oficiales de la institución.
Este grupo de adolescentes, que se preparan para convertirse en bomberos activos al cumplir los 18 años de edad, es encabezado por el alférez Lucas Parra, quien agradeció el apoyo de los instructores, oficiales y bomberos de la Compañía, para mantener en pie esta sección, colaborarles en la adquisición de uniformes y elementos destinados a sus entrenamientos.
“Con el tiempo entendí que más que una sección, somos una familia y que siempre tenemos el apoyo incondicional tanto de compañeros como de instructores, y tampoco podemos olvidar las enseñanzas que han dejado los ex instructores. Uno nunca olvida el día que ingresas, porque en ese momento te das cuenta realmente lo que es esta institución, la que con el tiempo pasa a formar parte de tu vida”, manifestó.
En tanto, Sady García, director de la Quinta Compañía, destacó lo especial que es mantener una brigada de cadetes, “porque conlleva la responsabilidad de realizar un trabajo serio y profesional con nuestros jóvenes, acode a las exigencias no solo de nuestra institución, sino también de sus padres y la comunidad. Lo anterior cobras importancia, considerando que los cadetes de hoy serán los próximos oficiales y voluntarios de nuestra gloriosa compañía”, aseveró.
RECONOCIMIENTOS
Durante la ceremonia se entregaron reconocimientos a los ex instructores Roberto Sáez Salazar, Hernán Torres Elgueta, Felipe Campos Schmidt, Milton Jordan Quintana, Mowli Arrollo Celedón, Oscar Berger Salinas, Francisco Osses Ulbrich y Sady García Arellano, por los años y esfuerzos dedicados a la formación de las nuevas generaciones de bomberos quintinos.
Finalmente, el Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Temuco, Leonel Nualart, quien presidió la ceremonia, entregó su saludo a quienes componen esta brigada, además de sus padres y apoderados, y dijo a los jóvenes que “ustedes, están ingresando a una institución que les servirá de mucho en su vida, por la sencilla razón de que participando de ésta, van a restarse de otro tipo de actividades que no son recomendables para los niños de hoy en día. Eso significa no juntarse con lo que les llaman los `patos malos´ o iniciarse en los caminos de la droga. Esta institución les ayuda formarse en una vida con valores”, recalcó la máxima autoridad institucional.
Nualart, subrayó que muchas veces, a lo largo de los años y debido a las altas exigencias que impone el servicio bomberil, el voluntario puede plantearse si permanece o no en esta actividad de servicio público, “pero créanme, yo tengo unos años aquí y finalmente uno no se aburre, y al contrario, se enorgullece de tratar de ser una persona justa, proba, decente y tener siempre la posibilidad de ayudar en una emergencia a la comunidad”.