Se reunieron a la luz de un cirio que simbolizaba la unión de todo un grupo humano que se propuso ayudar desinteresadamente al prójimo y preparar lo que será la cápsula del tiempo con que testimoniarán el pasado y presente de su unidad bomberil.
Se trata de la Quinta Compañía de Bomberos de Temuco, cuyos integrantes están próximos a cumplir, el 26 de enero, sus 100 años de existencia.
Pero antes de aquello, un ya lejano 30 de noviembre de 1912, un importante número de vecinos de las poblaciones Ziem y Paredes, ubicadas en lo que entonces eran los suburbios del Norte de Temuco, se reunieron en asamblea y acordaron solicitar mediante una carta al Cuerpo de Bomberos de Temuco, que se les autorizara la formación de la Compañía de Bombas de Agua y Hachas.
En ese entonces, un variado grupo de vecinos firmaron este documento, especialmente comerciantes, torneros, mecánicos, carpinteros, caldereros, maquinistas y trabajadores de la maestranza perteneciente a la Empresa de Ferrocarriles ubicada a pocas cuadras donde actualmente se encuentra su cuartel.
Esa fue la génesis de la actual Quinta Compañía y por ello, los voluntarios se reunieron para celebrar aquel acontecimiento que desembocó en su posterior fundación, en un emotivo encuentro en que no faltaron las lágrimas y en donde uno a uno, fueron expresando sus sentimientos personales de lo que significa la labor del bombero.
También trabajaron en grupos, elaborando el material que será incluido en esta cápsula del tiempo que será enterrada en el antejardín del cuartel ubicado en calle Orella de la capital de La Araucanía, la que se espera sea abierta dentro de medio siglo, para testimoniar a las futuras generaciones de bomberos, lo que era vivir un centenario al cobijo del cuartel quintino y la filosofía de esta compañía que nació de la inquietud de los trabajadores, en su mayoría ferrocarrileros del Temuco de los albores del siglo XX.