Hasta la Primera Compañía de Bomberos de Temuco llegaron cuatro instructores para impartir el curso utilizado por el Grupo de Reconocimiento e Intervención en Medios Peligrosos, más conocido como Grimp, órgano bomberil de carácter nacional similar al que opera con el mismo nombre en Francia, destinado a realizar operaciones en altura.
Se trató de Juan Illmer Ramírez y Esteban Salinas, de la Sexta Compañía santiaguina, además de Andrés Confalonieri Villegas, de la Decimoquinta.
El líder del grupo, Erik Schmidt Astete, voluntario de la Sexta Compañía del Cuerpo de Bomberos de Santiago, explicó que la capacitación completa consta de tres niveles, partiendo en este oportunidad con el primero de ellos, donde se evalúan las capacidades y conocimientos de los postulantes, entregándose las herramientas básicas de la especialidad y donde solamente se permite pasar al siguiente nivel a quienes aprueben la totalidad de los requisitos tanto de conocimientos, como físicos y psicológicos.
Schmidt sostuvo que la totalidad de los bomberos temuquenses manejaban instrucción previa sobre rescates en altura, por lo que no fue necesario comenzar desde cero esta instrucción, que en esta primera etapa fue impartida a 12 voluntarios de la Primera Compañía.
NIVELES
Este primer curso tuvo una duración de 24 horas cronológicas y en su segundo nivel contempla 80 horas de capacitación, misma cantidad que el tercer nivel.
De acuerdo al experto, en Santiago existen actualmente unos 50 bomberos con instrucción en nivel II, mientras que solamente 12 en nivel III, por lo que se trata de un curso que no es fácil de aprobar, por la complejidad de sus características.
En la sala de máquinas del cuartel primerino se instalaron anclajes especiales para realizar prácticas en distintas técnicas de altura y también se realizó una visita a terreno en el puente Cautín que une Temuco con Padre Las Casas, sobre el río del mismo nombre, lugar habitual de trabajo en emergencias de la Primera Compañía, unidad que posee la especialidad de rescate en altura en la capital de La Araucanía.
En ese lugar, los instructores pudieron apreciar en terreno las condiciones de trabajo que suelen enfrentar sus camaradas de esta región y entregaron recomendaciones para aplicar las nuevas técnicas aprendidas en las futuras operaciones de rescate generadas tanto por accidentes como por intentos de suicidio de personas que acuden hasta ese lugar.