En franca recuperación se encuentran los dos voluntarios de la Primera Compañía de Temuco que resultaron con graves quemaduras en el incendio ocurrido la semana pasada en la villa Andina de la capital regional.

El ayudante Juan Pablo Hurtado ya fue dado de alta desde donde permanecía internado en la Mutual de Seguridad temuquense y de acuerdo a lo informado por los oficiales de la compañía del afectado, se encuentra en positiva evolución en su domicilio.

El caso más complejo es del bombero Alfonso Muñoz Roa -apodado por sus amigos como «Curacautín»- quien continúa hospitalizado en la misma Mutual, debido a que recibió importantes quemaduras en sus extremidades superiores e inferiores, además de los glúteos.

De acuerdo a lo manifestado por el propio lesionado, los médicos le adelantaron que pese a la gravedad de su accidente, hasta el momento no sería necesario practicarle injertos de piel, pero ha debido atravesar por una serie de dolorosas curaciones para sanar sus quemaduras y se encuentra recibiendo constantes dosis de analgésicos y suero con medicamentos.

Incluso, los facultativos que lo atienden le comentaron que es probable que el jueves pueda ser dado de alta para que continúe su recuperación en su domicilio, tal como ya la ocurrió al ayudante de compañía.

AGRADECIMIENTOS

Muñoz agradeció la preocupación de sus camaradas que le han visitado o llamado al enterarse sobre la magnitud de lo sucedido. “Hay mucho que contar, pero lo importante es que me rodea mucha gente que me estima y está pendiente de mi. Sé que muchos se sorprendieron con esto y otros pasaron un tremendo susto. Solamente puedo decirles que la experiencia es un factor importante en estos casos”, sostuvo Alfonso.

“Gracias a tanta gente que pregunta por mi; gracias a los bomberos que sin quemarse sufrieron igual que yo; los que llaman, los que vienen, las comodidades que me ofrecieron como las películas y la comida, además de los mil mensajes de Facebook. Mi familia que pensó cosas horribles, pero llegaron acá”, agregó, reiterando sus agradecimientos a los compañeros de bomba que le acompañaron en el momento del accidente, destacando que algunos arriesgaron su vida por rescatarlo del fuego que lo envolvía y también tuvo palabras de agradecimiento para una serie de voluntarios de otras compañías que le brindaron su ayuda posterior al accidente.