Centenares de personas acudieron –pese a la torrencial lluvia que se desató a la llegada al cementerio- para despedir los restos mortales del bombero de la Segunda Compañía del Cuerpo de Bomberos de Temuco, Camilo Emhart Collipal.
Su cuerpo fue trasladado por vía terrestre desde La Serena y a eso de las 5 de la madrugada del viernes arribó a la capital de La Araucanía, siendo recibidos en la carretera, a la altura de Lautaro, por personal de diferentes compañías temuquenses, además de familiares y amigos que lo escoltaron hasta su velatorio en el cuartel de la Segundas Compañía.
Lo propio hizo el Cuerpo de Bomberos de La Serena, ciudad donde Camilo se encontraba trabajando junto a su esposa, la ex bombera segundina, Ida Fuentes, cuyos voluntarios también rindieron homenaje a este bombero temuquense, quien desde su llegada al norte, también se integró a las filas bomberiles, demostrando que el espíritu de servicio público se mantenía intacto.
Su prematuro deceso, producto de un accidente en su domicilio, provocó conmoción y tristeza no solamente entre los bomberos de Temuco, sino también en los serenenses, quienes alcanzaron a conocer de la alegría, entusiasmo y compañerismo de Camilo.
CUARTEL REPLETO
A las 18 horas del viernes, el cuartel de la Segunda Compañía se hizo pequeño para recibir a más de 500 personas que llegaron a la misa para despedirlo, debiendo permanecer numeroso público a la intemperie escuchando la ceremonia fúnebre desde el exterior.
El cortejo se trasladó por las principales calles de Temuco –con el féretro de este joven bombero de 27 años a bordo del carrobomba reliquia segundino- hasta llegar al cementerio Parque del Sendero, donde cerca de 350 bomberos pertenecientes a todas las compañías y brigadas de Temuco, además de una delegación de Bomberos de Pucón, lo esperaban para escoltarlo a su última morada a los sones de la Banda de Cadetes de la Cuarta Compañía, demostrando el gran cariño y simpatía que despertó Camilo Emhart durante su corta pero intensa existencia terrenal.
En los discursos emitidos tanto por el director de la Segunda Compañía como por el Directorio General del Cuerpo de Bomberos de Temuco, se destacó el legado de compañerismo, alegría y buena convivencia que cultivó este joven bombero, cuyo ejemplo es digno de imitar por las nuevas generaciones de voluntarios.
También se le entregaron las condolencias a su esposa, a quien conoció en la guardia nocturna de la Segunda Compañía, con quien recién hace apenas ocho meses había contraído el sagrado vínculo en una ceremonia desarrollada en el cuartel segundino de Temuco.
Toda la vida de Camilo, desde la adolescencia, estuvo relacionada con Bomberos y otras instituciones de bien público, por lo que este trágico giro del destino desató la pena entre quienes lo conocieron, viviéndose momentos de mucha tristeza y desconsuelo durante su despedida en el camposanto.
Desde la segunda Compañía se informó que fueron recepcionadas condolencias de numerosas personas e instituciones no solo de Temuco, sino también de otras ciudades e incluso del extranjero por la prematura pérdida de este destacado voluntario.
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